domingo, 28 de junio de 2009

He was incredible

En Thriller ya debió parar

Sus cambios

Señora de mí misma


No quiero que la casa me gobierne, si gobernar mi casa.

No quiero la eficacia del detergente, si burbujas y colores.

No quiero pisos brillantes, si una piel reluciente.

No quiero porcelanas y marfiles, si caricias suaves.

No quiero lujos orientales, si mil y una noches.

No quiero cuadros valiosos, si encuadres en mi alma.

No quiero un dormitorio Luis XV, si auténtica cama de esponsales.

No quiero muebles de categoría, si creatividad y sabiduría.

No quiero plantas artificiales, si flores cada día.

No quiero sábanas bordadas, si apasionadamente labradas.

No quiero chinelas al pié de mi cama, si pies descalzos en

la alborada.

No quiero bastones de entrecasa, si seguridad de desnudez.

No quiero ruleros al acostarme, si ensortijados sueños.

No quiero cremas rejuvenecedoras, si arrugas de emociones.

No quiero sexo por compromiso, si sensuales motivaciones.

No quiero várices serpenteadas, si arterias aceleradas.

No quiero fríos besos, si labios incitantes.

No quiero alfombras espectaculares, si escenas de ocasos.

No quiero cortinas aisladoras, si transparencia en mis ventanas.

No quiero pájaros enjaulados, si hijos en libertad.

No quiero joyas valiosas, si indestructibles alianzas.

No quiero baño de visitas, si la intimidad de un baño.

No quiero místicas religiones, si adoraciones.

No quiero tacos altos, si elevaciones.

No quiero máscaras en las paredes, si mis diferentes roles.

No quiero palabras exultantes, si diálogos refrescantes.

("Señora de mí misma".Ser mujer - Martha Wolff)

miércoles, 24 de junio de 2009

Están un hombre y una mujer en la cama, cuando de pronto suena el teléfono, la mujer atiende y dice:

¿Sí?... Está bien... No te preocupes... De acuerdo, ok., adiós..

El hombre le pregunta quién era, y la mujer le responde:


- Era mi esposo; dice que llegará tarde porque está cenando contigo

pa´ matalo

Una mujer se levanta por la mañana, despierta a su marido y le dice:


- Cariño, he tenido un sueño maravilloso. He soñado que me regalabas un collar de diamantes por mi cumpleaños. ¿Qué querrá decir?


El marido le contesta:


- Lo sabrás en tu cumpleaños...


Llega el día del cumpleaños de la esposa y el marido entra en casa con un paquete en la mano. La mujer, emocionada, se lo quita de las manos, rasga nerviosa el papel, abre rápidamente la caja y encuentra un libro titulado 'El significado de los sueños.'

domingo, 7 de junio de 2009

La verdad es que ...

no me importa el color de tus labios pero sí que sonrían al verme llegar

www.aleida.com


Hola, mira la página que he encontrado, visítala pasarás un rato divertido y luego me cuentas qué te parece, vale?




sin comentariosss

jooooo, qué mente más selectiva, jijijiji

la pizarrita lo dice todo

Detrás de un mato siempre hay un gato, jejeje

Dos sacerdotes decidieron ir a Hawai de vacaciones.

Estaban determinados a tomar una real vacación, no usando nada que pudiera identificarlos como clérigos.

Tan pronto el avión aterrizó, se dirigieron a una tienda y adquirieron algunas bermudas, remeras, sandalias

y anteojos negros realmente llamativos.

A la mañana siguiente bajaron a la playa vestidos con su atuendo turístico.

Estaban sentados en sus sillas de playa, bebiendo un trago y disfrutando del sol y el paisaje, cuando una rubia despampanante 'que mataba', usando un bikini topless pasó caminando junto a ellos que no pudieron evitar

mirarla con admiración...

Al pasar frente a ellos, la rubia sonrió y dijo: -"Buen día, Padre", "Buen día, Padre",

saludando y dirigiéndose a cada uno individualmente al hacerlo.

Ellos quedaron atónitos.

¿Cómo diablos podía ella saber que estaba frente a sacerdotes?

De manera que al día siguiente, ellos regresaron a la tienda y compraron prendas aún más llamativas.

Una vez más, con su nuevo atuendo, se ubicaron en sus sillas para disfrutar del sol.

Luego de un momento, la misma rubia atractiva, usando un diferente y colorido bikini topless,

volvió a pasar frente a ellos, y una vez más los saludó diciendo

"Buen día, Padre", "Buen día, Padre" y comenzó a alejarse.

Uno de los clérigos no pudo evitarlo y dijo:

- "Un momento, señorita"

- "Si, Padre?"

- "Nosotros somos sacerdotes, orgullosos de serlo, pero debo saber cómo es posible que usted

sepa que somos clérigos, vestidos como estamos?"

Ella replicó:

- "Padre, soy yo... ¡la Hermana Catalina!"