domingo, 29 de noviembre de 2009

Regálame esta noche


Regálame esta noche poblada de misterios,
para sentir tus labios, amándome, en silencios...
Regálame esta noche, y ante Dios te prometo,
que será inolvidable su recuerdo y su fuego.

Regálame esta noche que proyecta el ensueño,
de tenerte y perderte, en el primer encuentro.
De conocerte toda, sin conocerte nada.
De sentir que eres mía, pese estar tan lejana.

Déjame ser la llama que te penetre el alma.
La brisa que acaricia y que luego se marcha.
Deja que mis espumas se mezclen con tus aguas
y la mar las arrastre, hasta olvidadas playas.

Regálame esta noche poblada de misterios,
para sentir tus labios, amándome en silencios...

Eleva ahora tus ojos y mírame por dentro.
Examina la herida que tus manos abrieron.
Toca mis pensamientos sin pensar que te pienso,
y dime: adiós, llegando, en tanto vas partiendo.

Regálame esta noche, y ante Dios te prometo,
que será inolvidable su recuerdo y su fuego.

Desnudemos los cuerpos de ropajes de duelos,
y dime que te quedas, mientras te marchas lejos.
Juguemos a mentirnos, que el presente es eterno
y la noche no acaba, aunque el sol va naciendo.

Regálame esta noche, en que te tengo y pierdo,
porque presiento dentro que al despuntar el día,
perderemos el alma, para ser sólo: "cuerpos".

(AUDROC)

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