domingo, 31 de agosto de 2008

Venganza femenina 2

El marido, en su lecho de muerte, llama a su mujer.
Con voz ronca y ya débil, le dice:
- Muy bien, llegó mi hora, pero antes quiero hacerte una confesión.

- No, no, tranquilo, tú no debes hacer ningún esfuerzo.

- Pero, mujer, es preciso - insiste el marido - Es preciso morir en paz.
Te quiero confesar algo.
- Está bien, está bien. ¡Habla!
- He tenido relaciones con tu hermana, tu mamá y tu mejor amiga.
- Lo sé, lo sé ¡¡¡Por eso te envenené, hijo de ...!!!

1 comentario:

Juan Antonio dijo...

Melele

Tremenda gente ésta. jejejeje.

Se estará arrepintiendo de sus hechos durante toda la eternidad.